“Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y fue movido a misericordia…”
📖 Lucas 15:11–32
Jesús contó la historia de un padre con dos hijos. El menor pidió su herencia antes de tiempo y se fue lejos, malgastando todo en una vida desenfrenada. Cuando lo perdió todo, tuvo hambre y decidió volver a casa, pensando que ya no merecía ser llamado hijo.
Pero cuando aún estaba lejos, su padre lo vio, corrió hacia él, lo abrazó y lo besó. El hijo dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.”
Pero el padre mandó traer el mejor vestido, un anillo, sandalias y preparó una fiesta.
“Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.”
💬 Un mensaje para ti
Esta historia no es solo una parábola. Es el reflejo del corazón de Dios.
El Padre celestial te ama con un amor que no se rinde, no se cansa y no se avergüenza de ti.
Tal vez te has alejado, has malgastado tu vida, o piensas que ya no mereces volver. Pero hoy, el Padre te está esperando. No con reproches, sino con misericordia.
Él corre hacia ti, te abraza, y te llama hija.
No importa cuán lejos hayas ido. El amor del Padre es más grande que tu pecado. Jesucristo abrió el camino para que puedas volver. Él pagó el precio en la cruz para que tengas vida eterna. Abre tu corazón a Dios y ora con fe estas palabras:
“Padre celestial, reconozco que me he alejado de Ti.
He pecado y necesito Tu perdón.
Gracias por amarme, por esperarme y por darme una nueva oportunidad.
Hoy vuelvo a casa. Recíbeme como Tu hija.
Gracias por enviar a Tu Hijo Jesucristo a morir en la cruz por amor a mí. Amén.” 🙌
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